1984-Luxemburgo






El XXIX Festival de la Canción de Eurovisión tuvo lugar el 5 de mayo de 1984 en Luxemburgo y se saldó con la victoria del trío compuesto por los hermanos Herreys, que en representación de Suecia defendieron el tema «Diggi-loo Diggi-ley», de Torgny Söderberg y Britt Lindeborg.

Se trataba de la cuarta ocasión en que el Gran Ducado acogía el evento. La organización, que en un principio tuvo problemas para encontrar un recinto adecuado donde albergar el certamen, optó finalmente por el Gran Teatro de Luxemburgo, entonces todavía conocido como Teatro Municipal de la Villa de Luxemburgo, que ya había sido sede de la edición de 1973. Puesto que el aforo era limitado, solo se permitió la entrada a VIPs, a la prensa y a los miembros de la delegación de cada país. Entre las personalidades que siguieron el Festival en directo desde el patio de butacas, se encontraban el Gran Duque Enrique de Luxemburgo y su esposa María Teresa de Luxemburgo.

Grecia e Israel se abstuvieron de concurrir al evento. La retirada de la televisión israelí se debió a la coincidencia de la fecha del Festival con la de la celebración del Yom Hazikarón, Día del Recuerdo a los Caídos. Irlanda, por su parte, se reincorporó al concurso tras ausentarse en 1983, por lo que el número de participantes fue de diecinueve.

La retransmisión dio comienzo con unas breves imágenes aéreas del país anfitrión, al tiempo que la orquesta ejecutaba un popurrí de las composiciones ganadoras por Luxemburgo que concluyó con unos acordes del tema «L’amour est bleu», cuarto clasificado en la edición de 1967 en representación del Gran Ducado. En el escenario, obra de Roland de Groot como en 1970, 1976 y 1980, había tres podios con escaleras, así como una serie de figuras geométricas planas, entre las que en un primer momento destacaba un cuatro, en alusión al año en curso. Dichas figuras iban cambiando de posición, gracias a un nutrido grupo de tramoyistas que las articulaba manualmente entre las distintas actuaciones y, en ocasiones, durante las mismas.

La presentadora del programa, Désirée Nosbusch, ostenta el récord de ser la conductora más joven que ha tenido el Festival, ya que entonces contaba con tan solo 19 años.1​ Si bien inició su discurso confesando que ese era uno de los momentos más importantes de su corta vida y que nunca antes el corazón le había latido a tanta velocidad, condujo la gala de un modo distendido. Además, en sus sucesivas apariciones, no se limitó a traducir de una lengua a otra, como es costumbre, sino que fue entrelazando de manera fluida palabras en inglés, francés, alemán y luxemburgués. Se dio la coincidencia de que el director musical del programa, el maestro Pierre Cao, había sido su profesor de música en la escuela, y así ella lo significó al presentarlo a la audiencia, añadiendo: «Señor Cao, esta noche soy yo quien le desea buenas notas».

La presentación de cada participante consistió en imágenes generadas por ordenador en las que se iban intercalando estereotipos con estampas del país correspondiente, siempre en tono humorístico. No en vano, estos sketchs estaban protagonizados por un grupo de comediantes parisinos, bautizado para la ocasión con el nombre de Los turistas. Asimismo, y como ya sucediera en Harrogate en 1982, antes del inicio de cada actuación, las cámaras enfocaban al comentarista de la respectiva televisión, momento que muchos de ellos aprovechaban para saludar a los telespectadores.

Durante el intermedio previo a las votaciones, el Theater of Animated Drawings de Praga escenificó un número de mímica que giraba en torno al diálogo mudo entre un hombre y un équido, cuyo contorno simulado con cuerdas iba adoptando múltiples formas.

El Festival fue retransmitido a una treintena de países, Unión Soviética incluida, en algunos de ellos por primera vez con sonido estéreo. Asimismo, esta edición presenta la particularidad de ser la de menor duración desde que en 1975 se introdujera el actual sistema de votación, según el cual cada país vota a diez canciones en orden ascendente, empezando por un voto y acabando con el doce a la mejor valorada. Así pues, la retransmisión de Eurovisión 1984 tuvo una duración total de dos horas y trece minutos, récord este que difícilmente vuelva a ser batido.

El núcleo del equipo técnico del programa estuvo formado por René Steichen (dirección), Ray van Kant, Mariette Dumont, Patrick Seyler y Arlette Goebel (producción ejecutiva), Roland de Groot (escenografía) y Pierre Cao (dirección musical). Por parte de la UER actuó como supervisor de la organización Frank Naef, quien hizo también las veces de escrutador oficial durante las votaciones.